
HE ESTADO EN SEÚL Y ESTE ES EL SECRETO DE LA PIEL DE LAS COREANAS QUE VA A CAMBIAR MI RUTINA DE CUIDADO FACIAL
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Cuidado de la piel: el secreto de las coreanas que va a cambiar mi rutina de cuidado facial
Para una editora de belleza viajar a Seúl es un plan perfecto, sin fisuras, como para un niño ir a un parque de atracciones lleno de estímulos y cosas por aprender. Y no lo digo solo por la infinidad de tiendas de cosmética en las que podríamos invertir todos nuestros ahorros. Sino porque caminar por su calles y observar a todos sus habitantes invita a analizar sus hábitos de estilo de vida en busca del secreto de su piel –esa PIEL– y preguntar sin parar por sus rutinas de cuidado facial hasta dar con los pasos que las diferencian de las occidentales. Y no, no es precisamente usar muchos productos.
En mi caso, a la deformación profesional se unía el encargo que me habían hecho mis amigas (y hasta mi madre), incondicionales del fenómeno K-Dramas –entre 2018 y 2022 la cantidad de visualizaciones globales de los romances coreanos de Netflix se triplicó– de dar con el “secreto de su piel” (palabras textuales). Y aunque obviamente es un conjunto de factores de estilo de vida, cuidado y mentalidad, tras hablar con varios expertos hay un secreto que va a cambiar mi rutina: concienciarme de la importancia de cuidar y reforzar la barrera cutánea –con ella empieza todo– y no debilitarla con exfoliaciones varias o un uso inapropiado de retinol. Un error generalizado en Europa donde estamos bastante obsesionados con retexturizar la piel.
La importancia de cuidar la barrera cutánea
Tal y como me confirmó el doctor Kyle Seo –uno de los ponentes del Absolue Longevity Summit organizado por Lancôme en Seúl– el retinol no es uno de los activos más populares en Corea, entre otras cosas porque la naturaleza de la piel asiática es más fina y sensible que la de las pieles caucásicas. Por eso las coreanas tienen una mayor conciencia de la importancia de reforzar la barrera cutánea. Y por eso uno de los productos más populares de Lancôme en este país es el sérum Génifique. Es un clásico de la industria cosmética de Oriente y Occidente, es universal, apto para todas las edades, y su función es precisamente proteger la piel, calmarla y repararla. Así me lo confirma la doctora Annie Black, directora científica de la maison, que siempre apuesta por la importancia de cuidar la función barrera porque cuando está débil (y no hace esa función de filtro que tiene que hacer frente a los daños externos) la piel empieza a tener problemas y a envejecer de forma acelerada. “Es importante construir una buena rutina que sea suave, hidratante y con una limpieza delicada. Y empezar cuanto antes porque esos microdaños a los que nos enfrentamos a diario como oxidación, radiación solar, estrés… están presentes desde la juventud”, añade la experta, reforzando la idea de cuidar la función barrera y no afinarla con limpiezas y exfoliaciones excesivas, algo de lo que solemos pecar en Occidente. De hecho, para empezar con el cambio y entregarme a las bondades de reforzarla, empecé a poner en práctica las palabras de Black en el vuelo de vuelta a casa (y confirmé que aplicar este mítico sérum es una de las mejores alternativas para cuidar el rostro).
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Las coreanas usan muchos cosméticos, pero no todos a la vez
Aunque siempre hemos creído que las rutinas coreanas son largas y minuciosas, el equipo médico de la clínica V&MJ Dermatology de Seúl me confirmó que las coreanas tienen en su cuarto de baño muchos productos, pero no los usan todos a la vez, sino que los van alternando en función de las condiciones de su piel y de los factores externos. ¿Entre sus esenciales? El tónico, la esencia y la fotoprotección. Y pueden alternar todos esos productos con facilidad y sin riesgo de sufrir posibles contraindicaciones porque si por algo se caracterizan las marcas de cosmética coreana es por no tener muchos activos en la misma fórmula. Además, las coreanas, que no consideran el cuidado de la piel como un capricho sino una necesidad, han sabido encontrar el equilibrio entre su rutina diaria de cuidado facial (que cumplen con devoción) y los tratamientos de medicina estética. Ellas lo hicieron primero.