LA COSTUMBRE QUE PREVIENE EL ENVEJECIMIENTO DE LA PIEL (Y QUE ES MUY FÁCIL DE CUMPLIR)
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Sudor, oxidación y alteración de la barrera cutánea
A esto hay que sumar el hecho de que la práctica de ejercicio aumenta la producción de radicales libres y, por tanto, el estrés oxidativo que puede originar pérdidas de (bendito) colágeno. Y que, además, la composición salina del sudor puede alterar la barrera cutánea de la piel y provocar deshidratación. Por tanto, parece más que necesario limpiar la piel correctamente tras la práctica deportiva (y no, no vale con el agua que cae en la ducha al lavarse el pelo). Además, por mucho que durante mucho tiempo hayamos culpado a la genética del envejecimiento, la realidad es que el estudio del exposoma no nos ha eximido de responsabilidades en este proceso inevitable, sino más bien al contrario: se ha confirmado que ese conjunto de factores no genéticos a los que nos exponemos diariamente determinan alrededor del 80 % del envejecimiento. Y esos factores son tanto los ambientales (radicación solar, contaminación y clima) como de estilo de vida (alimentación, estrés, hábitos…). Y precisamente por eso, cuidar la piel tras la práctica de ejercicio evitando esa oxidación que puede alterar la barrera cutánea, ayuda a minimizar riesgos vinculados con el exposoma.
Cómo limpiar la piel después de hacer deporte
Silvia Broncano, formadora nacional especialista en tratamiento de la piel, recuerda también que al hacer ejercicio “se activan las glándulas sebáceas y se eliminan más toxinas, por lo que sería recomendable realizar la limpieza facial con un limpiador que tenga beneficios antioxidantes y antipolución ya que, si no se lleva a cabo, el sebo y las toxina también puedan obstruir el poro y camuflar las necesidades de la piel”. Así, no solo se retirará el sudor, sino tambien se prevendrá la aparición de bacterias. A la hora de elegir un producto, y dado que se trata de hacer una limpieza ligera pero efectiva, Broncano recomienda los geles suaves que contenga activos antioxidantes o los aceites limpiadores que no alteren la barrea cutánea. Fácil, ¿no?